¡Socorro! Que viene el lobo! ¿Te acuerdas del cuento en el que el personaje bueno nos advertía de que venía el lobo? Seguramente, muchos de los que os encontráis en este momento siguiendo un plan de alimentación para perder peso estaréis pensando: Socorro! ¡Que viene la Navidad!. La Navidad no tiene por qué ser el lobo feroz de la historia.
Seamos realistas, durante estas fiestas va a ser difícil comer equilibradamente todos los días, pero eso no significa que desde el 24 de diciembre hasta el 6 de enero nos demos permiso cada día para comer descontroladamente. En realidad son 6 los días festivos en los que te pondrás a prueba, y solo será una comida fuerte al día, el resto puedes seguir con tu rutina habitual.
Ahora más que nunca mantente firme en tu propósito. Demuéstrales a todos, tu familia, tus amigos, que eres una persona diferente, especial: Ahora te cuidas y comes más sano. Nadie tiene porque saber que estas a dieta si tu no quieres, simplemente escoges opciones más saludables.
Aquí tienes unos tips para disfrutar de la Navidad sin que suponga un descalabro:
-Equilibra la comida más copiosa, con la otra comida principal. Por ejemplo el dia de nochebuena, puedes comer una ensalada variada con 4 nueces y picatostes de pan tostado, con un yogurt como postre , de ese modo si comes más por la noche, y es con moderación no afectará tanto al peso.
-Disfruta de la comida pero en pocas cantidades. Si en la mesa hay muchas cosas, que las habrá, selecciona antes lo que vas a comer y lo que no.
– A veces comemos sólo por complacer a los demás. Si tu tía o tu madre o tu abuela ha puesto 15 clases de aperitivos diferentes, no tienes porqué probarlos todos. Escoge los que más te gustan y te sean más beneficiosos.
– Sírvete los aperitivos en un plato, y no vayas cogiendo directamente de la bandeja. También siéntate para comer, si estás de pie no serás tan consciente de lo que estás comiendo.
– Recuerda que alimentos como la sepia, mejillones, pulpo, langosta, percebes, almejas, gambas, calamar etc son bajos en calorias. También las cocciones crudas, vapor, hervido, salteado, horno, microondas, papillote, brasa, plancha no necesitan mucho aceite, y por tanto son más adecuadas.
– Si has comido mucho durante el aperitivo y te sientes saciado, no tienes por qué continuar comiendo primero y segundo plato. Quizás sólo con el primer o segundo plato sea suficiente.
– Si eres goloso y prefieres lo dulce, modérate con los montaditos en el aperitivo y resérvate para el postre.
– Si te toca a ti preparar el menú, piensa en algunas opciones más equilibradas (Rúcula con Parmesano, canelones de salmón con leche desnatada, Panache de verduras, virutas de jamón con ceps…). Disfrutar de la comida no está reñido con el peso.
– Acuérdate de que lo líquido también cuenta, y si tiene alcohol más.
– Controla el aceite de oliva en las preparaciones o como aliño (3 cucharaditas de postre en comida y 3 en cena son suficientes)
– Compensa los excesos de las fiestas señaladas, con comidas ligeras el resto de la semana. Un consejo es hacer un dia a la semana una pauta vegetariana como ejemplo.
– Quema calorías yendo al gimnasio o saliendo en bici o a caminar solo, con tus hijos o família.
La Navidad es una época maravillosa porque nos conecta con emociones positivas como el amor, la alegría y la generosidad. Disfruta de estos días. Cuando hayan pasado y los hayas superado con éxito, será el mejor regalo que te hayas podido hacer.
Recuerda, en tu camino hacia el peso que deseas, lo importante no es ir rápido, sino simplemente ir.
Felices Fiestas de parte del equipo de Nutritional Coaching.
http://www.nutritionalcoaching.com
info@nutritionalcoaching.com