En relación a la alimentación fuera del hogar, el sector de la restauración toma fuerza en el contexto de las actividades económicas y está configurándose como un pilar básico del sector terciario. Su importancia fue notable durante décadas, pero ha sido durante los últimos años cuando ha empezado a ser objeto de interés para el sector industrial, los decisores públicos o el entorno universitario. Comer fuera de casa se ha convertido en un fenómeno
cotidiano en la vida de los españoles y cada vez queda más alejado el carácter extraordinario que podía tener hace años el consumo de alimentos y bebidas fuera del hogar.
La comida del domingo con la familia, el desayuno de trabajo en la presentación de un informe, la cena del sábado con los amigos, el menú diario en la cafetería de la empresa o la alimentación de los niños en los comedores escolares son situaciones habituales en cualquier hogar. En todas ellas aparece como elemento común el consumo extradoméstico
de alimentos y bebidas.
Durante el año 2009, la restauración comercial gastó 19.342 millones de euros en alimentos y bebidas, mientras que la restauración colectiva y social llegó a los 2.599 millones de euros. Sobre el gasto total en productos de alimentación del ejercicio 2009, la restauración comercial supone el 22,3% y la restauración colectiva y social el 3%.
El gasto que los consumidores dedican a la amplia variedad de actividades de restauración se ha venido incrementando durante los últimos años, pero en el ejercicio 2009 ha sufrido un retroceso como consecuencia de la situación generalizada de crisis económica –el volumen de compras del sector Horeca ha caído un -9,8% durante el año 2009 especialmente en productos frescos (-11,3%) aunque también significativamente en alimentación envasada (-11%), bebidas alcohólicas (-10,2%) y bebidas no alcohólicas (-8,4%)–.
Para el ejercicio 2008, último dato disponible, hubo un gasto anual medio por habitante en el conjunto del sector de la restauración de 906 euros, lo que supone que los ingresos anuales estimados por plaza de restaurante se cifran en 5.537 euros (el intervalo de variación oscila entre 15.282 euros en los restaurantes de categoría superior y 3.003 euros en los restaurantes de categoría inferior), según las estimaciones de la Federación Española de Hostelería (FEHR).
Fuente: Mercasa